Las mejillas hundidas, también conocidas como mejillas hundidas o mejillas demacradas, ocurren cuando hay una pérdida de grasa y músculo en el área de las mejillas. Esto puede suceder debido a diversas razones, incluido el envejecimiento, la pérdida de peso, la genética y ciertas afecciones médicas. Si bien algunas personas pueden encontrar deseables las mejillas hundidas, otras pueden sentirse cohibidas por su apariencia. En este blog, exploraremos las causas de las mejillas hundidas, su posible impacto en la apariencia y la salud, y qué se puede hacer para abordar este problema.

Causas de las mejillas hundidas:

Envejecimiento: A medida que envejecemos, nuestro cuerpo sufre un proceso natural de pérdida de grasa y músculo, y esto puede provocar mejillas hundidas. Las almohadillas de grasa que sostienen nuestras mejillas comienzan a encogerse y la piel pierde elasticidad, lo que da como resultado una apariencia hundida.

Pérdida de peso: la pérdida de peso repentina o excesiva puede provocar mejillas hundidas. Esto se debe a que una reducción significativa de la grasa corporal también puede afectar las bolsas de grasa en el área de las mejillas.

Genética: algunas personas son más propensas a tener las mejillas hundidas debido a su composición genética. Esto significa que incluso si mantienen un peso saludable y cuidan bien su piel, sus mejillas aún pueden parecer hundidas.

Condiciones médicas: Ciertas condiciones médicas, como el VIH, el cáncer y los trastornos alimentarios, pueden provocar una pérdida de grasa y músculo en el área de las mejillas. En algunos casos, las mejillas hundidas también pueden ser un efecto secundario de los medicamentos utilizados para tratar estas afecciones.

Impacto de las mejillas hundidas:

Apariencia: Algunas personas encuentran deseables las mejillas hundidas, ya que pueden darle al rostro una apariencia más angular y cincelada. Sin embargo, otras personas pueden sentirse cohibidas por sus mejillas hundidas, ya que esto puede hacerlas parecer mayores o cansadas.

Salud: en algunos casos, las mejillas hundidas pueden ser un signo de problemas de salud subyacentes. Por ejemplo, una pérdida de grasa y músculo en el área de las mejillas puede ser un síntoma de desnutrición o deshidratación. Además, las mejillas hundidas pueden afectar la capacidad de masticar y hablar correctamente, lo que puede afectar la salud y el bienestar general.

Opciones de tratamiento:

Rellenos dérmicos: una opción para tratar las mejillas hundidas es utilizar rellenos dérmicos. Se trata de inyecciones de una sustancia, como el ácido hialurónico o el colágeno, que pueden ayudar a devolver el volumen a las mejillas. Los resultados de los rellenos dérmicos suelen durar de varios meses a un año.

Injerto de grasa: Otra opción es someterse a un injerto de grasa, que consiste en tomar grasa de una zona del cuerpo e inyectarla en las mejillas. Esto puede proporcionar una solución más duradera en comparación con los rellenos dérmicos, pero también es un procedimiento más invasivo.

Cirugía: en algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para abordar las mejillas hundidas. Esto puede implicar un estiramiento de mejillas o un estiramiento facial, que puede ayudar a restaurar el volumen y mejorar la apariencia general del rostro.

En conclusión, las mejillas hundidas pueden ser causadas por una variedad de factores, que incluyen el envejecimiento, la pérdida de peso, la genética y las condiciones médicas. Si bien algunas personas pueden encontrar deseables las mejillas hundidas, otras pueden sentirse cohibidas por su apariencia. Es importante considerar el impacto potencial de las mejillas hundidas tanto en la apariencia como en la salud, y explorar opciones de tratamiento que puedan ayudar a abordar este problema.